Carta Blanca
El caso es que la vida no es ni tan fìera ni tan bonita como la pintan, sólo unos pocos dicen acariciar el éxito sabroso de trabajar cómodos en lo que realmente les gusta.
Esta mañana en el coche en el que me llevaban al trabajo, los cristales traseros, estaban tintados y el sol pegaba de frente, me puse las gafas de sol y recoloqué la capucha de la sudadera, decidieron desviarse para así atajar y recorrimos el borde de un río...cuando levanté la vista había cuatro patos volando paralelos al coche.
A veces pienso que no todo es tan bonito al ver un fragmento de la cotidianidad, que aunque las verdaderas vetas de la realidad se escondan en el día a día, si nos enfrascamos en buscar esos pequeños detalles, pasaremos por alto todo aquello que para nosotros es superficial: Ruído, monotonía, lo cíclico, lo gris, las broncas, las rabias... ...Los jefes, los sueldos, la miseria, la sobervia, los celos... y así perderemos la visión total de todo lo que nos rodea, para ver sólo lo que nosotros queramos ver.
No se trata de positivismo, se trata de que si se es selectivo con lo que queremos vivir, la realidad nos abofeteará la otra mejilla.
Ahora estoy en mi cuarto escribiendo esta carta, a mi me gustaría que el vaso de zumo no se me vaciase tan rápido, no tener que volver a darle al play cuando se acabe el disco, que la luz descendiese gradualmente marcando la intensidad con el entornado de los ojos, poder llamar por teléfono gratis a la persona que ahora mismo tenga más lejos, poder ver por la ventana justo el lado contrario de la casa...imposible no es, pero que las cosas hay que currárselas está muy claro, y que a veces no se trata de esfuerzo un éxito, ni de empeño un logro...
La base de cualquier sueño tiene que ser la ilusión.
Esta mañana en el coche en el que me llevaban al trabajo, los cristales traseros, estaban tintados y el sol pegaba de frente, me puse las gafas de sol y recoloqué la capucha de la sudadera, decidieron desviarse para así atajar y recorrimos el borde de un río...cuando levanté la vista había cuatro patos volando paralelos al coche.
A veces pienso que no todo es tan bonito al ver un fragmento de la cotidianidad, que aunque las verdaderas vetas de la realidad se escondan en el día a día, si nos enfrascamos en buscar esos pequeños detalles, pasaremos por alto todo aquello que para nosotros es superficial: Ruído, monotonía, lo cíclico, lo gris, las broncas, las rabias... ...Los jefes, los sueldos, la miseria, la sobervia, los celos... y así perderemos la visión total de todo lo que nos rodea, para ver sólo lo que nosotros queramos ver.
No se trata de positivismo, se trata de que si se es selectivo con lo que queremos vivir, la realidad nos abofeteará la otra mejilla.
Ahora estoy en mi cuarto escribiendo esta carta, a mi me gustaría que el vaso de zumo no se me vaciase tan rápido, no tener que volver a darle al play cuando se acabe el disco, que la luz descendiese gradualmente marcando la intensidad con el entornado de los ojos, poder llamar por teléfono gratis a la persona que ahora mismo tenga más lejos, poder ver por la ventana justo el lado contrario de la casa...imposible no es, pero que las cosas hay que currárselas está muy claro, y que a veces no se trata de esfuerzo un éxito, ni de empeño un logro...
La base de cualquier sueño tiene que ser la ilusión.