prólogo
1 de Octubre de 1980
Tras varios esfuerzos, una mujer da a luz en vigo a un ser de color naranja; los médicos le dicen que no se preocupe que ser pelirrojo hoy en día ya no es un problema...
Ella suspira y mira a su hijo con cariño a pesar de ser naranjo.
Los vecinos del barrio no tardan en hacer cola para ver tamaño fenómeno, nunca habían visto nada igual:
"-A mi me recuerda a una zanahoria" comenta la vecina de enfrente "-Pues yo creo que un niño con este tipo de pelo algo malo debe tener...Apartaos! no vaya a ser que nos salgan pecas"...
Pero la mujer no hacía caso a los rumores vecinales... estaba nuy orgullosa de su hijo naranjo y además estaba cansada de la pequeña urbe incordiante...A los dos años de nacer, deciden llevarselo cerca del mar, a un valle.
Y así fue, el bichito fue creciendo cerca del mar, jugaba en la playa...y desquiciaba a su madre por no querer aquellos dichosos bocadillos de jamón york y queso en plena playa, decía que no sabían a nada...
Jamás se puso moreno, jamás. Como mucho sus pecas se amontonaban formando suaves manifestaciones pigmentarias doradas en su rostro...Un día el bicho llamó a la puerta, y su madre al abrirla llegó a pensar que la habían galardonado con una estatuílla de la academia; y allí estaba el bicho naranja con un cubo y un rastrillo con cara de no haber roto un plato...
Con el paso de los años el naranjo de su cabello se fue apagando y no fue porque se estuviese convirtiendo en un mortal más, no, si no que el agua del mar y la humedad del valle hicieron que aquel pelo se oscureciese y las pecas perdiesen su brillo...
A veces, cuando sale el sol, el bicho naranjo sale a recuperar sus colores originales...
Hoy vive con su familia en el valle rodeado de lápices de colores y papeles gigantes...
Tras varios esfuerzos, una mujer da a luz en vigo a un ser de color naranja; los médicos le dicen que no se preocupe que ser pelirrojo hoy en día ya no es un problema...
Ella suspira y mira a su hijo con cariño a pesar de ser naranjo.
Los vecinos del barrio no tardan en hacer cola para ver tamaño fenómeno, nunca habían visto nada igual:
"-A mi me recuerda a una zanahoria" comenta la vecina de enfrente "-Pues yo creo que un niño con este tipo de pelo algo malo debe tener...Apartaos! no vaya a ser que nos salgan pecas"...
Pero la mujer no hacía caso a los rumores vecinales... estaba nuy orgullosa de su hijo naranjo y además estaba cansada de la pequeña urbe incordiante...A los dos años de nacer, deciden llevarselo cerca del mar, a un valle.
Y así fue, el bichito fue creciendo cerca del mar, jugaba en la playa...y desquiciaba a su madre por no querer aquellos dichosos bocadillos de jamón york y queso en plena playa, decía que no sabían a nada...
Jamás se puso moreno, jamás. Como mucho sus pecas se amontonaban formando suaves manifestaciones pigmentarias doradas en su rostro...Un día el bicho llamó a la puerta, y su madre al abrirla llegó a pensar que la habían galardonado con una estatuílla de la academia; y allí estaba el bicho naranja con un cubo y un rastrillo con cara de no haber roto un plato...
Con el paso de los años el naranjo de su cabello se fue apagando y no fue porque se estuviese convirtiendo en un mortal más, no, si no que el agua del mar y la humedad del valle hicieron que aquel pelo se oscureciese y las pecas perdiesen su brillo...
A veces, cuando sale el sol, el bicho naranjo sale a recuperar sus colores originales...
Hoy vive con su familia en el valle rodeado de lápices de colores y papeles gigantes...
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